Cultura de Paz y la solución pacífica de los conflictos, como eje de transformación Social de México.
Christian Axel Salgado Angulo
“La Cultura de Paz es la gran oportunidad de pasar de la página de la destrucción del Tejido Social, a una propuesta de construcción de Paz en el territorio mexicano, se necesita apostar al cambio a través de este vehículo para lograr la transformación de nuestro país”.
Conscientes estamos de las confrontaciones que de manera cotidiana atraviesa nuestro país, tal vez para muchas y muchos mexicanos no suene muy atractivo hablar de una solución pacífica de las controversias. Por muchas razones, varias involucran a nuestras instituciones gubernamentales en el ejercicio de su difusión, promoción y aplicación, para la existencia de un cambio radical en nuestra comunidad, en otros casos por las malas prácticas y la falta de credibilidad en las instituciones.
Sin embargo, la cultura de paz es una vía que encamina la transformación de nuestro país, promoviendo un mejor estilo de vida, patrones de creencias, valores y comportamientos que van encaminados a la construcción de la paz y la transformación no violenta de los conflictos, mediante acciones que promueven el bienestar, la igualdad, la administración equitativa de los recursos, la seguridad para los individuos, las familias, la identidad de los grupos o de las naciones. Esto, cultivando valores en la diversidad de las organizaciones sociales, reforzando los lazos del tejido social y fortaleciendo la construcción de una cultura de paz.
La cultura de paz también es hablar de los Métodos Alternos de Solución de Conflictos (MASC), en México nos referimos a la mediación, la conciliación, la negociación y el arbitraje, teniendo características esenciales en su uso, ya que entre las partes que deciden participar en la solución de algún conflicto, se utiliza el diálogo de manera pacífica para expresar la necesidad de resolver el conflicto, por su lado, los titulares de cada uno de los métodos y conceptos que involucran los MASC, proponen y ponen en práctica las propuestas para facilitar el proceso mediante un ecosistema de armonía e impedir que se tenga que recurrir a los procesos de justicia tradicional.
La implementación de la justicia alternativa y la cultura de paz en la sociedad, tiene la necesidad de ser una prioridad en nuestros días, proporcionando estrategias de resoluciones pacíficas de los conflictos, con el objetivo de mejorar el proceso en busca de justicia, a través del diálogo, la economía de las partes, el estancamiento por el alto número de asuntos que tienen saturados los juzgados y el tiempo de litigio.
Por esto, vale resaltar los grandes esfuerzos que las instituciones Gubernamentales Federales y Estatales han impulsado en los MASC, pero no los suficientes para lograrlo, esto también, porque a años de la reforma judicial que implementó la justicia alternativa, nos hemos visto con lentitud para utilizarla. Esto también tiene que ver en que todas las instituciones educativas públicas y privadas participen de manera homogénea y corresponsable, en la implementación de sus programas académicos en todos los niveles escolares y, sin excepción, de manera obligatoria en los niveles de Licenciatura, Maestría y Doctorado, con temas y programas prioritarios a “La Cultura de Paz y los MASC” para la cotidianidad de una sociedad que tanto lo necesita. Así mismo, en las estructuras municipales para que se llegue a cada uno de los barrios de nuestra ciudad, el conocimiento de las bondades de la cultura de paz y los MASC.
Quiero invitar a todos y todas a visibilizar que los problemas son los que perjudican a toda la sociedad y es que en nuestro país son sociedades profundamente desiguales y en nuestro caso, además, se dan unas condiciones de violencia poco vistas en otros países. Tenemos que dar propuestas decentes al cambio que queremos, la educación para la cultura de paz como motor de la transformación social. Luego está la tarea de relacionarnos con el resto del mundo que nos conoce por la violencia y ahora nos va a reconocer por la forma cómo la transformemos.
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