Foto: ilustrativa |
Eduardo Gonzalez Tostado
Hoy en día, todos los niveles de
gobierno han modificado sus presupuestos en la medida de lo posible para crear
programas y estrategias que combatan las dificultades que ha traído el COVID-19, desde el sector salud,
económico, social, hasta el educativo, siempre encaminados en hacer frente a
esta problemática mundial.
Pero como todo en el sector
público, para poder realizar cualquier acción es necesario contar con suficiencia
presupuestal, en ese sentido ha existido el endeudamiento como en el caso del Estado
de Jalisco o a nivel Federal que se ha optado por modificaciones al Presupuesto
de Egresos para poder llevar a cabo esas acciones.
Pero, ¿cómo saber que en verdad
esos recursos se implementan en los programas creados?, ¿valdrá la pena el
endeudamiento o el sacrificar otros proyectos prioritarios?, ¿será un nuevo
acto de corrupción? Los titulares de los diferentes niveles de gobierno deberán
estar preparados para éstos y más cuestionamientos que opositores, periodistas
o sociedad civil pudieran realizar y estar en condiciones de poder demostrar
que efectivamente las decisiones tomadas fueron las correctas.
Para poder demostrar que así es,
se deberá utilizar los medios de transparencia y rendición de cuentas en toda
acción realizada, esto ayudará a generar certeza entre la población en general
de que los recursos por financiamiento solicitados sean destinados
correctamente; el hablar de toda acción realizada no me refiero a que se limite
a publicar el padrón de beneficiarios, o de informar la cantidad de pruebas
compradas o realizadas, y ni mucho menos la cantidad de despensas entregadas; esto
tiene que ir mas allá de eso, se tiene que crear mecanismos especiales de
transparencia y rendición de cuentas donde se den a conocer proveedores,
sesiones de adquisiciones, tiempo de entrega, situación de los beneficiarios.
Todo lo anterior, mediante tecnologías
de la información como páginas de internet, aplicaciones, redes sociales,
mensajes de texto y medios masivos de comunicación para que no quede
posibilidad alguna de opacar algún proceso.
Por citar un ejemplo, el Gobierno
de Jalisco ya dio el primer paso en ese sentido, creó en la sección de
transparencia un apartado donde se publicarán datos de los programas públicos emprendidos
para mitigar los problemas causados por el COVID-19.
Sin embargo no es suficiente; la vacuna para las autoridades gubernamentales ante esta situación que afiancen su legitimidad de cara a las futuras elecciones, deberán ser la transparencia y la rendición de cuentas; recordemos que la ciudadanía no es la misma, estamos más informados y nos preocupa más las decisiones de nuestros gobiernos, por lo tanto exigimos que estos se comporten y se comprometan a la altura.
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