Juan Pablo Sánchez Muñoz
Durante el
periodo de confinamiento por coronavirus hemos leído ya muchas opiniones,
recomendaciones y algunas otras especulaciones, la realidad de las cosas es que
la pandemia del COVID ha dejado descubierto a los gobiernos y a los sistemas
socioeconómicos del mundo, dándonos cuenta de que no se esta preparado para un
fenómeno de tal magnitud.
Y la desigualdad
en México ha sido la principal víctima de ello, ¿Por qué? Porque no tenemos un
sistema que proteja el ingreso de las personas, sobre todo de aquellos en
situación más vulnerable, dando por hecho que saldrán a buscar el pan de cada
día, y es que por un lado existe un grupo de personas que están haciendo el
confinamiento conforme a las indicaciones del gobierno pero este grupo de
personas se considera privilegiado porque goza de un ingreso seguro, por otro
lado y en contraste a la situación existe otro grupo de personas que vive al
día, lo cual obliga a que salga en búsqueda del sustento del hogar.
De acuerdo con
datos de Oxfam México, en el país la desigualdad indica que el 1% más rico
tiene más de ocho veces la cantidad de riqueza que los 62 millones de personas
en situación de pobreza por ingresos[1],
esto no es ninguna novedad, y es que la desigualdad en México es consecuencia
de un sistema económico injusto y patriarcal que favorece a unos cuantos, a
costa del trabajo gratuito o mal remunerado de millones de mujeres.
La última
medición de la pobreza de CONEVAL señala que son 27 millones de personas las
que pueden ocupar esta clasificación, en tanto, 8.6 millones de personas
resultan vulnerables por ingreso, es decir, se enfrentarían a un choque
catastrófico en finanzas si perdieran su principal fuente de ingresos.
En una
conferencia a través de medios digitales el Secretario General de la ONU,
António Guterres señaló que la pandemia ha dejado al descubierto la fragilidad
de nuestro mundo, se han hecho visibles los riesgos que hemos ignorado durante años:
los sistemas de salud inadecuados, lagunas en la protección social,
desigualdades estructurales, degradación del medioambiente y la crisis
climática.
En cuanto a
México, el gobierno federal está inmerso en una carrera contra el tiempo para
implementar un plan de rescate económico sólido, y las señales del presidente
Andrés Manuel López Obrador han sido preocupantes, al redoblar la apuesta por
su agenda de largo plazo está poniendo en riesgo a millones de personas que
dependen de la economía informal y no van a recibir a corto plazo transferencia
alguna, 52, 4 millones de personas viven en la pobreza, 45,3 millones de
personas son vulnerables, pero solo 22 millones forman parte de los padrones de
los programas sociales vigentes.[2]
Estamos
enfrentándonos a una disrupción económica, laboral, social y sanitaria sin contar con recursos adicionales
del gobierno federal, a pesar de ello existe la esperanza de que la crisis abra
una oportunidad para construir un México menos desigual y más justo, y la
situación del Coronavirus tendrá que poner sobre la mesa una igualdad social.
[1] Forbes – desigualdad en México – son culpables los 33 mexicanos más
ricos
[2] México y el Coronavirus – Pasividad Gubernamental en una Sociedad
Desigual – Ricardo Fuentes Nieva
Bien amigo, saludos
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