Israel Hernández
Sin duda alguna, la emergencia sanitaria
ocasionada por el covid-19 nos ha enseñado que todos nuestros planes o
proyectos se pueden ver afectados en un instante, orillándonos a suspender
nuestras actividades o rutinas habituales. Esta nueva enfermedad ha obligado a
los gobiernos y a las autoridades de salud a tomar medidas drásticas de
aislamiento social para disminuir y mitigar el número de contagios, inclusive
muchas ciudades de todo el mundo han optado por una cuarentena total.
Entre esas medidas, se encuentran la
suspensión de las actividades no esenciales en los sectores económicos y
sociales. Empleados de empresas privadas y públicas se vieron en la necesidad
de trabajar desde casa, las escuelas cambiaron su modalidad a clases en línea y
con ello, nuestro estilo de vida cambió de la noche a la mañana, dándonos más
tiempo libre para estar en casa y aprovechándolo en otras actividades que
solíamos hacer antes de la pandemia. También, uno de los sectores que se ha
visto seriamente perjudicado por la crisis sanitaria, es el sector cultural y
artístico. El cierre indefinido de lugares recreativos o de esparcimiento, como:
cancelación de conciertos, presentaciones de teatro, cines, sitios
arqueológicos, talleres de baile y canto, museos, etcétera, ha provocado que
las personas que se desempeñan en este sector, hayan perdido sus fuentes de
ingreso.
Tan solo en el año 2018, el sector de la
cultura aporto el 3.2% al PIB en nuestro país (datos oficiales del INEGI)
Según la
UNESCO la
cultura puede considerarse como “el
conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba,
además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales
al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que
la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo”.
El ser humano es por naturaleza, un ser en
constante movimiento. Muchas personas y familias han aprovechado este tiempo
libre para recuperar o aprender nuevos pasatiempos, entre ellos: tocar algún
instrumento, escuchar música, leer un libro, bailar, cantar, dibujar o pintar,
por mencionar algunas disciplinas de contenido cultural y artístico, tratando
de liberar el estrés, acabar con el aburrimiento y calmar la ansiedad provocada
por el confinamiento, pasando así, una cuarentena más sana en nuestros hogares
y visibilizando la importancia de las artes y la cultura en tiempos de crisis.
Según un informe realizado por la Organización
Mundial de la Salud (OMS)
Es por ello que se necesitan más políticas públicas enfocadas a la cultura, estrategias y líneas de acción que tengan un impacto positivo en beneficio de nuestra sociedad. El estado por el momento, es el único con la capacidad de mitigar los efectos negativos causados por la pandemia en este sector. Nuestros gobiernos deben brindar apoyos en favor de los actores del sector cultural para que puedan seguir desarrollando e impulsando sus actividades. Recordemos que las artes y la cultura no solo nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades como seres humanos, sino también, son benéficas para nuestra salud física, mental y estabilidad emocional.
[1] |
I. N. d. E. y. Geografía, «Cultura aporta en México el 3.2% al PIB
nacional,» 2018. [En línea]. Available:
https://www.inegi.org.mx/temas/cultura/. |
[2] |
UNESCO, «Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales,» Ciudad de
México, 1982. |
[3] |
W. H. Organization, «What is the evidence on the role of the arts in
improving health,» Health Evidence Network, 2019. |
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