Los "decision - makers" o los tomadores de decisiones[F1] dentro de la administración pública somos los responsables de la gobernanza y, tomando como punto de partida las decisiones políticas pragmáticas derivadas de la pandemia mundial de salud debemos de realizar ejercicios conscientes donde se le dé importancia a la estrategia educativa diversificada y al contexto educativo distinto y, después de que del proceso de pensamiento divergente han sido completado, la idea e información es organizada y estructurada usando pensamiento convergente, debemos de poner en marcha acciones direccionadas a la solución de los efectos colaterales del SARS-CoV-2.
La “nueva normalidad” sanitaria exige cambios de la
concepción del sistema educativo mexicano tradicional, tomando como eje rector
el uso de plataformas y aplicaciones digitales adaptadas a los procesos educativos
tradicionales pero, ¿existe realmente una cultura de innovación educativa entre
los alumnos, padres de familia, docentes y personal administrativo? ¿se ejerce realmente
una metodología clara en la que los docentes desarrollen las competencias
generales, básica y básicas extendidas?
La respuesta es no.
Como pudimos observar, en el primer semestre del año las estrategias educativas solo se enfocaron en tratar de que el alumno no reprobara (decisión política pragmática muy reprobable), ya que según nuestras autoridades educativas decían que “no conviene la reprobación en masa ya que eso implicaría una afectación directa en los indicadores”[F3] , a lo que me pregunto, ¿importa más un indicador que la calidad en la educación?, ¿importa más decir que en Jalisco tomamos las estrategias educativas más idóneas para recuperar al sistema educativo?, ¿importa más la adaptabilidad de plataformas o aplicaciones digitales al sistema de educación que la practicidad en el ejercicio docente?
Es allí, cuando los "decision - makers" debemos entrar en acción, promoviendo la participación en la gobernanza efectiva (la real, la que tiene impacto positivo en la toma de decisiones) vs gobernanza pragmática ([F4] la que simula trabajar tomando en consideración los grupos inmersos o no, en la toma de decisiones) , generando políticas públicas pensadas, racionalizadas y creadas en función de las necesidades reales y actuales del sistema educativo mexicano a la “nueva normalidad” procurando un ejercicio de cogobernanza que vaya más allá que la práctica dogmática que muchas veces de nuestros gobernantes toman y, que claramente éstas decisiones no tienen un gran impacto y que en otras muchas, no cubren la necesidad real que los gobernados necesitan y que la “nueva normalidad” exige.
Es por eso de suma importancia que las políticas públicas y las decisiones políticas deben ser lo suficientemente transversalizadas, es decir, practicar y ejercer la cogobernanza[F5] efectiva y eficaz, considerando las necesidades reales y actuales del sistema educativo mexicano, tranversalizarlo a lo digital y adaptarlo a la “nueva normalidad”.
[F1]Según Wayne Parsons (en su libro “Políticas Públicas”) el Policy Maker es un formulador/hacedor de las políticas [públicas], mientras que un Decision-Maker es un “Tomdor de decisiones” por lo tanto, un Policy Maker no es un tomador de decisiones.
[F3]Entrecomillada
esta oración se alude que la esta citando, por lo cual sería bueno indicar la
fuente en el cuerpo del texto y en una sección bibliográfica al final del
mismo.
[F4]Sería
bueno poner en contexto qué es la gobernanza efectiva y la pragmática.
[F5]Usa
muchos términos de gobernanza, ¿son distintos? De ser así y no solo una
adaptación o conjugación de la palabra, estaría bien poner en contexto a qué se
refiere con cada cual.
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